viernes, 5 de diciembre de 2014


MÚSICA CRIOLLA

La noche del 31 de octubre está llena de vals, marinera, criollismo, picarones y anticuchos. Pero de un tiempo a esta parte, las manifestaciones culturales de la Lima de antaño conviven con vampiros, momias, brujas, dulces y trucos, en una mágica atmósfera que mezcla la fiesta con lo macabro. Lejos de discusiones que no conducen a nada, el Día de la Canción Criolla es un buen pretexto para pensar cómo asumimos cada uno de nosotros ese rasgo que nos hace comunes y que se llama peruanidad.
HISTORIA

Se pensó en un inicio celebrar el Día de la Canción Criolla un 18 de octubre, pero coincidía con la salida del Señor de los Milagros. Por ello, la celebración tuvo que trasladarse al último día del mes de octubre.

Aurelio Collantes, autor de numerosos trabajos de investigación sobre la música popular en el país, señala que se escogió el 31 de octubre no solo para celebrar el acontecimiento sino para realizar al día siguiente (1 de noviembre) una romería para recordar y tributar el homenaje a los compositores y músicos fallecidos


La primera serenata criolla se realizó el 31 de octubre de 1944 en la plazuela Buenos Aires, donde se festejó con gran algarabía y por primera vez el onomástico de la canción criolla.

BARDOS CRIOLLOS 

La historia de la canción peruana se inicia con sus primeros cultivadores o representantes mucho antes de los años veinte, período de la llamada Guardia Vieja. Esta música era producida e interpretada por las clases populares de la ciudad de Lima, y estaba constituida por el vals y la polca. Asimismo, tenía influencias del vals vienés, la jota española y la mazurca polaca.


Cuando se difunde el vals y la polca en los medios de comunicación, la Guardia Vieja había creado ya su estilo característico, con el cual inaugura una etapa de desarrollo y difusión de la música criolla.

La historia del vals está referida también a sus intérpretes, solistas, tríos y a los instrumentos empleados. La mayoría de los conjuntos musicales han participado en las reuniones criollas con el trinar de las guitarras, el repiquetear de las castañuelas y el ruidoso cajón. Eran las jaranas de “rompe y raja”. Estos tres instrumentos no podían faltar en las veladas o peñas criollas.

El cajón es un instrumento musical de percusión infaltable en las marineras y en los tonderos. El golpe de cajón es sonoro en las jaranas.


En esta fecha importante también debemos recordar a otros insignes compositores y cantantes criollos como Manuel Acosta Ojeda, Eloísa Angulo, Alicia Maguiña, Manuel Raygada, Augusto Polo Campos, José Escajadillo, Luis Abelardo Núñez, Félix Pasache, Cecilia Barraza, Cecilia Bracamonte, Lorenzo Humberto Sotomayor, Eva Ayllón, Lucho Gonzáles, Félix Casaverde, Susana Baca, Arturo “Zambo“ Cavero, Oscar Avilés y otros talentosos músicos,que brindaron sus mejores canciones en favor de la canción criolla.
GALERÍA DE CANTANTES CRIOLLOS 

La canción peruana echa sus raíces más profundas con la aparición del bardo inmortal Felipe Pinglo Alva, el más grande de sus representantes, autor del vals clásico. Nació el 18 de julio de 1899, hijo de un docente y huérfano de madre desde muy niño. La pobreza en la que vivió y las enseñanzas de su padre y de sus tías lo formaron con mucha emoción social, lo que se ve reflejado en sus composiciones. 

Poeta y compositor, considerado como el padre de la música criolla, poseyó un estilo de arraigo popular que surgió durante la etapa Republicana. Compositor de aproximadamente 300 canciones, las más conocidas son El plebeyo, El huerto de mi amada, Bouquet, El canillita, Pobre obrerita, Porfirio, Celos, Mendicidad y otras que marcaron toda una época de esplendor. El historiador Jorge Basadre, en el tomo X, capítulo CXCII de su monumental obra Historia general de la República, destaca la presencia del notable poeta y compositor limeño y señala que es el auténtico y genuino autor del capítulo más luminoso de la canción criolla.

Pinglo Alva falleció prematuramente el 13 de mayo de 1936, víctima de una penosa enfermedad. José María Arguedas diría del maestro Pinglo: “fue quien le enseño a los limeños a querer su música”.

Chabuca Granda (Isabel Granda Larco) ocupa también un lugar privilegiado en la historia de la música nacional. Ella nos legó hermosas melodías que calaron muy hondo en el sentimiento popular.

En 1955 la señora Doris Gibson, directora de la revista Caretas, organizó una fiesta inolvidable. Allí Chabuca Granda reveló a los invitados que La flor de la canela no era una creación imaginaria, sino que su famosa canción había sido inspirada en un ser real. Era una mujer morena llamada Victoria Angulo y que había sido una antigua amiga de los Granda Larco. Este vals se canta en todas partes del mundo, pero Chabuca también escribió José Antonio, Cardo y ceniza, Fina estampa.

Lucha Reyes, conocida como la morena de oro del Perú, nació un 19 de julio de 1936 en un hogar muy pobre. Su verdadero nombre fue Lucila Sarcines Reyes. Su padre murió cuando Lucha tenía 6 meses. 

La madre de Lucha Reyes se dedicó a la lavandería, pero no le alcanzaba para cubrir las necesidades básicas. En el callejón donde vivía se reunían los cantores y guitarristas de los Barrios Altos.

La madre de Lucha Reyes enfermó y tuvo que dejar de lavar ropa, lo que determinó que todos los días mendigara comida en un convento muy cercano. Cuando su madre se recuperó, la internó en el convento Buen Retiro de las madres franciscanas.
No pudo vencer la tuberculosis. Murió de diabetes, enfermedad que después le produjo un paro cardiaco. Sin embargo, interpretó con su voz única los mejores temas criollos y cantaba como ella sabía hacerlo: con pasión, temperamento y gran sentimiento.

Jesús Vásquez, conocida como la reina de la canción criolla, nació en el barrio de Pachacamilla, muy cerca de la iglesia Las Nazarenas. Su padre era chotano y su madre de Concepción (Junín). Fue ella quien le enseñó a cantar.

La obra de Jesús Vásquez es una de las más fecundas del cancionero criollo. Ha grabado innumerables discos con valses, marineras, polcas y huaynos. Sus canciones más importantes son La pasionaria, Secreto, Todos vuelven, Corazón, Muñequita rota e Historia de mi vida.

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